martes, 3 de abril de 2012

Cerca de 80 jóvenes paraguayos habrían combatido en las Malvinas


Asunción, IP Paraguay.- Cerca de 80 jóvenes argentinos de padres paraguayos combatieron para defender ese pedazo de tierra que les pertenecía. Hoy conoceremos a 12 de ellos, porque de los otros, poco se sabe. Así dice Rogelio López, enviado especial del diario La Nación del Paraguay a los actos por el aniversario 30 de la guerra de las Malvinas en Ushuaia.

Corría la década del cincuenta (del siglo XX) y tres familias de Encarnación, Paraguay, decidieron cruzar la frontera para buscar mejores horizontes en Argentina. No se conocían entre ellos, no tenían nada en común, hasta que en el año 1962 nacieron en cada uno de esos hogares, un niño argentino. Dos vieron la luz en Entre Ríos y uno en Posadas.

En la misma década, tres matrimonios de Concepción también pensaron que Argentina les podría ofrecer un futuro mejor. En este caso sí se conocían entre ellos y se establecieron en Formosa, aunque con el tiempo dejaron de verse. Pero el destino quiso que, también en 1962, las mujeres tuvieran algo en común: tres hijos argentinos.

Un joven matrimonio de Coronel Oviedo, una familia de Capiatá, otra de Itauguá y dos jóvenes aún novios de San Lorenzo, con la esperanza de un porvenir mejor, también fueron a la Argentina para continuar sus vidas. Los dos primeros se quedaron en Resistencia, Chaco: los novios llegaron hasta San Justo y los itaugüeños en Florencio Varela, ambas localidades de la provincia de Buenos Aires.

Las cuatro parejas tuvieron en el mismo año a Carlos, Gustavo, Omar y Walter. Ellos ignoraban que se conocerían 19 años después en infaustas circunstancias en el sur argentino.

Dos familias asuncenas, una de Barrio Jara y otra de San Vicente, pensaron allá por 1959 que Buenos Aires era una posibilidad de bienestar, pero finalmente recalaron en La Plata, capital bonaerense. Sin conocerse y sin ponerse de acuerdo, en junio de 1962, aunque con tres días de diferencia, dieron a luz a José y Leonardo.

Así, agrega el enviado de la Nación, "hemos conocido el principio de historias simples y comunes a las de muchos, muchísimos paraguayos que en esa época optaron por radicarse en la Argentina.

Estas 12 familias, a las cuales mencionamos, lo único que tenían en común era su nacionalidad de origen. Hoy a casi 40 años de de residir en este país, comparten el dolor de haber perdido a sus hijos por una misma causa y en las mismas circunstancias".

Estos soldados son parte de una larga lista de fallecidos en la guerra. Sus padres se unieron este lunes para viajar hasta la tumba de sus hijos. Nadie recuerda con detalles cómo se reunieron. Después de todo, es lo de menos. En noviembre de 2012, después de mucho andar y mucha angustia acumulada, pudieron juntar los mil pesos por persona para viajar y el 12 de diciembre partieron a las islas.

Nada les fue fácil. Ni haber dejado aquella vez su patria para venir a la Argentina, ni haber soportado el saber que sus hijos iban a una guerra, ni la poca -luego ninguna- información sobre ellos, ni la resignación de saberlos muertos.

Hoy siguen conviviendo con el dolor, aunque en la tarde fría del 16 de diciembre de 2010 conocieron el cementerio de Darwin en las islas Malvinas y enterraron una bandera cosida por el medio: mitad argentina y mitad paraguaya. Así cerraron una historia que duró solo 19 años: la edad de sus hijos.

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